Cuando empiezas a construir una estrategia de comunicación o marketing digital, es fácil perderte entre tantos canales, plataformas y formatos. Publicas en redes, haces campañas, mandas correos… pero ¿todo eso está conectado de forma estratégica? Aquí es donde entra el modelo PESO.
Este modelo es una herramienta súper útil para ordenar tus esfuerzos de comunicación y asegurarte de que cada mensaje que compartes tenga un propósito y un impacto. Si aún no lo conoces, este artículo te va a servir como una brújula.

¿Qué significa PESO?
PESO es un acrónimo que representa cuatro tipos de medios que puedes usar para difundir tus mensajes:
- Paid Media (Medios Pagados)
- Earned Media (Medios Ganados)
- Shared Media (Medios Compartidos)
- Owned Media (Medios Propios)
Cada uno cumple un papel distinto y tiene sus ventajas. Lo interesante es que cuando los combinas, puedes crear una estrategia mucho más completa y efectiva. Vamos uno por uno.
Paid media (medios pagados)
Aquí hablamos de todo lo que implica una inversión económica para llegar a más personas, es decir, anuncios en Facebook, campañas en Google Ads, publicaciones patrocinadas, banners en sitios web, contenido promocionado en YouTube, entre otros.
Es una de las formas más efectivas para aumentar la visibilidad de manera rápida, sobre todo cuando estás lanzando una campaña, promoviendo un servicio o buscando captar nuevas audiencias. También te permite segmentar de forma precisa, eligiendo a quién mostrar tu mensaje según intereses, ubicación, edad, comportamiento digital, etc.
Eso sí, como toda inversión, requiere estrategia, no se trata solo de pagar por aparecer. Es importante definir bien tus objetivos, elegir los canales adecuados y medir los resultados, recuerda que un anuncio mal dirigido o sin una llamada a la acción clara puede terminar siendo un gasto más que una inversión.
Además, aunque es tentador pensar que con pagar puedes llegar a más personas, lo cierto es que el contenido sigue siendo clave, una campaña bien segmentada pero con un mensaje débil o poco atractivo probablemente no tenga el impacto que esperas.
Earned media (medios ganados)
Este tipo de medio se refiere a cuando otras personas, medios o comunidades hablan de ti de forma voluntaria, sin que tú lo hayas pagado, puede ser una nota en prensa, una mención en un blog, un influencer que recomienda tu proyecto, una reseña positiva, una entrevista o incluso cuando alguien comparte tu contenido por iniciativa propia.
Este tipo de visibilidad es valiosa porque implica confianza y credibilidad, no estás diciendo tú lo bueno que eres, es alguien más quien lo hace por ti, y eso tiene mucho peso para el público. Cuando un tercero respalda tu trabajo, el mensaje suele percibirse como más auténtico y confiable.
Ahora bien, conseguir estos espacios no ocurre por arte de magia, requiere tiempo, constancia y una reputación bien trabajada. Implica generar contenido de valor, construir relaciones genuinas con medios y aliados, estar disponible para compartir tu historia cuando surjan oportunidades, y ser coherente en lo que haces y dices.
Ganar la atención de otros no depende 100% de ti, pero sí está directamente ligado a cómo te comunicas, cómo conectas y cómo aportas valor desde tu causa o proyecto.
Shared Media (Medios compartidos)
Aquí entran las redes sociales como Facebook, X (antes Twitter), Instagram, LinkedIn, TikTok… y en general, todos los espacios digitales donde el contenido se comparte, comenta, responde o viraliza. Son canales en los que la conversación está viva y la interacción ocurre en tiempo real.
También se les conoce como medios prestados, porque aunque los utilices activamente, no son tuyos. Estás publicando en plataformas de terceros, bajo sus propias reglas, algoritmos y condiciones, un simple cambio en sus políticas, una caída de sistema o incluso una suspensión de cuenta puede afectar tu alcance y visibilidad. Por eso es importante no depender exclusivamente de ellos, y más bien, complementarlos con medios propios, como tu sitio web o boletín electrónico.
El gran valor de estos medios está en su capacidad de generar comunidad, aquí tienes la oportunidad de conectar con tus audiencias de forma directa, recibir retroalimentación, resolver dudas y construir relaciones. Pero también hay un reto importante, ser constante, auténtico y relevante, publicar sin estrategia, sin entender a quién le hablas o sin ofrecer contenido de valor, puede llevar a la desconexión y al desgaste de tus redes.
En este tipo de medios, la clave está en la interacción, no se trata solo de difundir, sino de conversar, escuchar, responder y fortalecer el vínculo con quienes te siguen.
Owned Media (Medios propios)
Los medios propios son todos aquellos canales digitales que están bajo tu control. Aquí hablamos de tu sitio web, tu blog, tu boletín por correo electrónico, tu micrositio de campañas, e incluso materiales como presentaciones, ebooks o guías descargables.
A diferencia de los medios compartidos o prestados, estos espacios te pertenecen. Tú decides qué contenido publicar, cuándo, cómo, y con qué enfoque. No dependes de algoritmos, ni de reglas cambiantes. Esto los convierte en una base sólida para tu estrategia de comunicación.
Son el lugar ideal para profundizar y construir confianza a largo plazo. Aquí puedes contar tu historia completa, mostrar tu causa, explicar tu modelo de impacto, responder preguntas frecuentes, destacar testimonios o facilitar donaciones y colaboraciones.
Además, los medios propios juegan un rol fundamental cuando se trata de posicionamiento en buscadores (SEO). Un sitio web bien optimizado, con contenido útil y actualizado, puede ayudarte a atraer tráfico de manera orgánica y sostenida.
Eso sí, tener medios propios implica una responsabilidad: mantenerlos vivos y relevantes. Un blog sin actualizaciones, una web con información desactualizada o un boletín que nadie abre, pueden jugar en tu contra. La clave está en gestionarlos con intención, cuidando tanto el contenido como la experiencia de quien te visita.
¿Y qué hago con todo esto?
Usar el modelo PESO te ayuda a ver si tu estrategia está equilibrada o si estás cargando demasiado hacia un solo tipo de medio. A veces dependemos únicamente de redes sociales y nos olvidamos de fortalecer nuestro sitio web, por ejemplo. O invertimos mucho en anuncios sin tener una historia clara que respalde lo que comunicamos.
La idea no es usar los cuatro medios por obligación, sino entender para qué sirve cada uno y cómo se complementan, así puedes priorizar mejor tus esfuerzos y recursos.
Haz un ejercicio simple, toma tu última campaña o estrategia y revisa qué tipo de medios usaste, ¿todos eran pagados? ¿tu sitio web está actualizado? ¿alguien más habló de ti? ¿tus redes están activas o solo cuando hay eventos?
A partir de ese diagnóstico puedes empezar a fortalecer tu comunicación y pensar en estrategias más integrales.
Considera que el modelo PESO no es solo una teoría bonita, es una herramienta práctica que te permite construir mensajes más efectivos, amplificar tu alcance y alinear mejor tus acciones con tus objetivos.
Desde Digilópolis te animamos a explorar este modelo y adaptarlo a tu realidad, en el mundo digital, comunicar bien es clave… pero comunicar con estrategia marca la diferencia.