En los últimos años, se ha puesto de moda el concepto de influencer. Desde el momento en que las redes sociales forman parte de nuestro estilo de vida, en especial de los más jóvenes, el término ha ido cobrando cada vez mayor relevancia.
Podemos definir a los “influencers” como aquellas personas que poseen una credibilidad de acción importante ante un público online que sigue su día a día, sus acciones y publicaciones a través de las redes sociales.
Según un estudio de 2017 publicado por Statista, el 25% de los expertos en marketing afirma que el influencer es un catalizador para la transformación de sus estrategias digitales, no sólo este año, sino de cara a los próximos tres.
¿Desde cuándo existen los influencers?
¿Es una moda pasajera, o siempre han existido? Desde tiempos anteriores la comunicación de masas ha requerido liderazgo, un guía, una persona capaz de aconsejar o influenciar al resto. En definitiva, alguien carismático, reconocido y capaz de ejercer como representante de un grupo.
Desarrollando esa idea, los sociólogos Katz y Lazarsfeld trabajaron en lo que se conoce como ‘Teoría de dos pasos’. Esta aseguraba que el sistema comunicativo y la influencia de los medios se componían de dos fases principalmente: en primer lugar, los medios lanzan un mensaje que recibe el llamado líder de opinión, para que, posteriormente, esta figura filtre e interprete esa información a la hora de difundirla.
El impacto de estas personas suele ser muy potente porque comparten muchas similitudes con sus seguidores y son, en la medida de los posible, accesibles, puesto que están en contacto directo son sus followers (o seguidores).

Actualmente, nuestros líderes de opinión son deportistas, periodistas, actores o incluso youtubers o instagramers, pero cualquiera con un considerable número de seguidores puede convertirse en intermediario de una empresa o marca. Esta estrategia comercial recibe el nombre de influencer marketing. Este surge como una alternativa extremadamente interesante para las marcas, ya que, de esta manera, se potencia la divulgación de productos online y la posibilidad de llegar en un menor tiempo a su público objetivo.
Ante la inmensa ingesta de información, las personas depositan en estos líderes de opinión su confianza, dando como resultado información comercial menos intrusiva y contenidos acordes a los valores de la marca.
Fuerte influencia en la generación Z
Tal y como señala un estudio de 2017 publicado por Statista, el 25% de los expertos en marketing afirma que el influencer es un catalizador para la transformación de sus estrategias digitales, no sólo este año, sino de cara a los próximos tres.
En el informe The state of Influencer Marketing 2017 se determinó que algunas de las mejores tácticas a a la hora de trabajar con estos perfiles son: invitaciones a eventos o networking (18%), envíos de muestras de productos o regalos (16%), y envío de emails (15%). Este informe reveló a su vez que el 72% de la Generación Z reconoce que estas personalidades influyen poderosamente en sus decisiones de compra.
Según datos Hubspot, el 71% de las personas tiene más probabilidades de realizar una compra en línea si el producto o servicio es recomendado por otros. Mientras que una investigación de Gartner determinaba que el 84% de los millennials se vean influenciados para hacer una compra en función del contenido generado en torno al mismo.
Artículo original de BlogThinkBig | Autor original: Borja García | Modificado May 2018.