Mediante un comunicado publicado el 17 de septiembre, Facebook anunció avances en la estructura y gobernanza de su Comité de Supervisión (Oversight Board), un mecanismo para revisar de forma independiente la toma de decisiones sobre el contenido publicado en su plataforma. El comité está prevista para iniciar actividades en 2020.

El Comité, cuya creación fue anunciada a inicios de 2019, ha sido descrito por la red social como una especie de “Suprema Corte” a la que los usuarios podrán acudir después de haber apelado una decisión de contenido ante Facebook. La empresa también tendrá la facultad de enviar casos para su revisión ante el comité.

Entre sus capacidades, el Comité podrá pedir a Facebook que le provea de la información que requiera; también podrá interpretar los estándares y pautas de la empresa e incluso pedir que se permita o remueva contenido, así como revertir una decisión o mantenerla sobre remoción o autorización de contenido.

“Como una organización independiente, esperamos que [el comité] dé a las personas confianza de que sus perspectivas serán escuchadas y que Facebook no tiene el poder último sobre su expresión, escribió Mark Zuckerberg en una carta.

Esta iniciativa ya ha recibido comentarios de organizaciones de la sociedad civil que defienden derechos como la libertad de expresión en línea, entre estas R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales, para que se cumpla con los estándares internacionales de derechos humanos.

Por ejemplo, las organizaciones consideran urgente que Facebook trabaje en la transparencia de sus algoritmos, debido a la opacidad y efectos negativos en la libertad de expresión que tienen las decisiones automatizadas; además de repensar cómo se notifican las remociones, el currículum de moderadores y los mecanismos de apelación.

Otra observación hecha a la empresa sobre el comité es la necesidad de representación de diversas regiones del mundo, como Latinoamérica, el Caribe y el Sur Global, por lo que requiere de un adecuado equilibrio entre género y etnia, además de proporcionalidad por el número de usuarios de la región. Estas personas deben tener un amplio conocimiento y experiencia en temas de derechos humanos y libertad de expresión.

Finalmente, el Comité debe pasar por un necesario periodo de prueba para poder ajustar y mejorarlo, por lo que se necesita un periodo de observaciones y sobre su funcionamiento y los resultados deben ser públicos y traducirse en compromisos con plazos determinados.

 

Por: R3D: Red en Defensa de los Derechos Digitales | Sep, 2019