Comunicación, Consejos
La generación Z es considerada como la más digital de todos los tiempos, pero, ¿son conscientes sus integrantes de cómo les afecta Internet en sus prioridades y los riesgos que pueden correr en redes sociales?
Supongamos que estás en tu casa después de un día en la Universidad, viendo tu serie preferida, y cuando menos te lo esperas, tu televisión cambia misteriosamente, y te muestra el programa que más éxito está teniendo en redes sociales en ese momento, probablemente pensarías que se debería a algún fenómeno paranormal, tal y como sucede en las películas. Pero la explicación es mucho más sencilla: todas estas situaciones, y muchas más similares, tienen su origen en Internet y en su capacidad para intervenir y modificar las prioridades de los jóvenes. De ahí que sea tan importante hablar de privacidad digital y seguridad de los datos personales.
¿Cómo son los jóvenes de la generación Z?
Pero antes, vamos a ver cómo son estos jóvenes y cómo se relacionan. La generación Z está integrada por los nacidos entre 1995 y 2010; a diferencia de los millennials, que nacieron entre 1981 y 1995. Pues bien, podemos decir que los jóvenes Z son “los reyes de la multipantalla”, los auténticos nativos digitales.
Son buenos comunicadores a través de imágenes y muy hábiles en la creación de contenidos, a diferencia de los millennials, más interesados en compartirlos que en crearlos.
Además, los jóvenes Z son autodidactas. El 33% aprende a través de tutoriales de internet y hacen todas sus labores por vía online. Su ambición y ganas de que su trabajo impacte en el mundo hacen que sea la generación que más se preocupa por conseguir un mundo perfecto para ellos y para los que están por venir.
El acceso a la nube les ha dado a estos jóvenes las herramientas necesarias para crear su propio mundo, y por eso hace que se adapten a cualquier situación.
Pero una cosa que les hace destacar sobre las demás generaciones es que prefieren la privacidad digital y ser más incógnitos. Un ejemplo es el uso de aplicaciones como Snapchat, Secret y Whisper.
¿Son conscientes de la privacidad digital y sus riesgos?
O dicho de otro modo, ¿realmente son estos jóvenes conscientes de los riesgos e inconvenientes que implica compartir toda su información en Internet? Vamos a empezar por las cookies:
Una cookie es un archivo creado por un sitio web que contiene datos y que se envían entre un emisor y un receptor.
En Internet el emisor sería el servidor que tiene una página web cualquiera; y el receptor, el navegador que estás utilizando para visitar esa página web.
Una cookie quiere identificarte y almacenar tu información e historial de actividad en un sitio web específico.
¿Qué finalidad tienen estas herramientas? Las cookies pueden saber cuándo fue la última vez que entraste a una página web o guardar los artículos que dejaste en el carrito de una tienda online. De ahí que podamos recibir publicidad personalizada allá donde estemos, ya sea otra página web o una red social.
Entonces, ¿son buenas o malas? Pues depende. Existen cookies propias de la web que son necesarias para que las páginas web carguen correctamente en nuestro navegador y así poder visualizar perfectamente el contenido web. Pero, como en las películas, las cookies tienen un lado oscuro. Nos referimos a las cookies de terceros, que recogen nuestra información personal y la utilizan para, por ejemplo, fines publicitarios…
¿Cómo se protege la generación Z?
Como a estos jóvenes les preocupa, y mucho, salvaguardar sus datos, utilizan alias ficticios para evitar ser localizados en las búsquedas por Internet, o incluso crean dos tipos de cuentas: las rinsta (cuenta real y seria) y finsta (cuenta falsa y para amistades cercanas).
Entre sus prioridades figura el uso de redes sociales de incógnito para poder comentar de forma anónima. Algo que puede deberse al fenómeno llamado social cooling, situación que se caracteriza por una gran preocupación por todo lo que se publica y por los likes recibidos en redes sociales.
Al final, todo esto denota una mayor toma de conciencia de las nuevas generaciones, que son mucho más conscientes del precio que debemos pagar por nuestros datos personales para disfrutar de una vida social online estable.
Fuente: Blogthinkbig | Autor: Fran Castillo | 27 ene, 2020 | Editado por Digilópolis | feb, 2020
Derecho corporativo y digital, Derechos 3.0, Seguridad
¿Cómo volverte invisible en la red mientras navegas de una página web a otra? A continuación te mostramos qué es una VPN y por qué deberías utilizarla en tus búsquedas por Internet.
Es un hecho que la seguridad en Internet no está garantizada para el usuario. Ni siquiera las grandes empresas, las cuales disfrutan de programas de alto desarrollo en materia de privacidad, pueden librarse de un ataque informático de vez en cuando. Esto hace que cualquier internauta deba tomar las medidas necesarias para prevenir cualquier situación indeseada. ¿Has escuchado hablar de las conexiones VPN?
Utilizar esta herramienta te ayuda a mantener tu anonimato en la red y, por supuesto, a mantener tu información personal a salvo. Desde hace un tiempo optar por esta tecnología tiene mayor importancia debido al perfeccionamiento tecnológico de los hackers y ciberdelincuentes. Ahora bien, ¿qué es una VPN y por qué puede ser de gran utilidad en tus rutinas diarias?
Lo primero que hay que señalar es que VPN es el acrónimo de Virtual Private Network; o Red Privada Virtual en castellano. A continuación te mostramos cómo funciona esta herramienta, cuáles son las principales características que definen su concepto y, por supuesto, cuál es el principal objetivo de su existencia.
Qué es una VPN y por qué deberías utilizarlas a diario al navegar por Internet
¿Sabías que al entrar en una página web ofreces información al servidor en el que está alojada? Es más, ¿eres consciente de que se puede hacer negocio con esos datos si se comparten con terceros y sin obtener ningún beneficio a cambio? Para evitar estas situaciones u otras similares puedes usar una VPN.
La palabra para definir este concepto se denomina ‘Encriptación’. Al usar un conector VPN lo que se consigue es que un servidor no pueda obtener la información que busca sobre los usuarios. Sabrá del acceso a la página web por parte de tu ordenador, tablet o teléfono móvil, pero no habrá manera de conocer datos concretos sobre tu persona. Recuerda que utilizar esta herramienta te permitirá navegar por la web sin ofrecer información sobre tu dirección IP o tu localización. Es decir, utilizar una VPN te ayudará a tener una menor exposición frente a terceros en la red.
¿Eres de las personas que prefiere utilizar las redes Wi-Fi abiertas y públicas? Aunque te recomendamos que tomes las precauciones necesarias al usar esta posibilidad, optar por una VPN te puede librar de algún que otro intruso informático.
Como ves, todo son ventajas durante la navegación online. Es más, su uso es posible independientemente del dispositivo con el que accedas o el sistema operativo que emplees. ¿Estás todo el día conectado a Internet con tu dispositivo móvil? Tanto para Android como para iOS, podrás disfrutar de alternativas gratuitas.
Fuente: UrbanTecno | Oscar Almarza, ene 2020
Seguridad, Trucos y tips
¿Guardas tus contraseñas en una libreta o en la aplicación de notas en tu teléfono? Peor aún, ¿solo tienes una clave y utilizas variaciones de la misma para todas tus apps y servicios?
Lamentablemente, estas prácticas ponen tu información en riesgo.
Manejar contraseñas complejas y sin repetir es uno de los problemas más comunes para usuarios de Internet, especialmente ante el número creciente de páginas y apps de uso diario. Muchas personas deciden reutilizar contraseñas, pero esto es riesgoso porque, aunque sean complejas, pueden quedar expuestas debido a las frecuentes filtraciones y robos de información.
Por esta razón, una de las mejores prácticas de seguridad digital es el uso de un administrador o gestor de contraseñas. Estos servicios funcionan como una bóveda de contraseñas que permite a las y los usuarios solo tener que recordar una compleja “contraseña maestra”.
¿Qué otras ventajas tienen?
Estas son 5 razones por las que deberías considerar utilizar un administrador de contraseñas:
1. Un buen administrador de contraseñas será menos susceptible que un sitio común a ataques de criminales informáticos, por lo que será menos probable que sufra una filtración o un robo.
Además, no almacena tu “contraseña maestra”, sino que cifra las credenciales que guardas y tu información en sus servidores, además de que puede ayudarte a generar otras contraseñas fuertes y más seguras.
2. No existen prácticas de seguridad ni gestores 100% seguros, pero las alternativas a esta clase de servicios resultan más riesgosas, como anotar tus contraseñas en tu propio celular. En cambio, los administradores de contraseñas son herramientas muy efectivas porque nos permiten mejorar y evitar malos hábitos.
3. Aunque pudieras dudar de guardar todas tus contraseñas en el mismo lugar, la realidad es que los administradores más confiables guardan tu información de manera cifrada, sea en tus dispositivos o en un servidor de acceso remoto.
4. Se ha descubierto que tendemos a usar claves fuertes que, sin embargo, son variaciones de una sola y, como demostró un reciente estudio, estas son fácilmente descifrables, con menos de 10 intentos.
5. No necesariamente tienes que migrar todas tus contraseñas al gestor de una sola vez. Las y los usuarios pueden comenzar, por ejemplo, creando una nueva contraseña para sus servicios más utilizados.
Considera tomar precauciones para mantener segura tu información, esto te evitará muchos dolores de cabeza a futuro.
Fuente: R3D | Ene 7, 2020 | Modificado por Digilópolis, Ene 13
Seguridad, Trucos y tips
El nuevo año es un pretexto excelente para adquirir mejores prácticas de seguridad digital y cuidar tu actividad en línea. Si aún no sabes por dónde comenzar, te compartimos seis propósitos que puedes adoptar este 2020.
1) Protege tus dispositivos
Tu celular y computadora contienen acceso a una gran cantidad de información privada, incluyendo direcciones, datos bancarios, así como rastros sobre tus actividades o las de otras personas cercanas a ti. Perder un dispositivo sin una contraseña le deja la puerta abierta a terceros a que accedan a todas esta información personal.
Por estas razones, es importante proteger el acceso a tu dispositivo con una contraseña. La mejor opción es una contraseña alfanumérico de (al menos) seis dígitos, pero no uses números que sean fácilmente vinculables contigo (como tu fecha de nacimiento o el número de tu celular), ya que si alguien tiene información sobre ti, es posible que descifre tu clave. De preferencia, desactiva el desbloqueo mediante reconocimiento facial o con huellas dactilares.
2) Utiliza contraseñas fuertes y sin repetir
Tener una contraseña fuerte es básico para proteger tus cuentas de correo, redes sociales y otros servicios. Para construir una contraseña más segura, procura que sea larga y compleja. Una fórmula sencilla es utilizar palabras inconexas que solo hagan sentido para ti (por ejemplo: “gatobotecamisapato”). Además, puedes añadir símbolos o números (“gatobotecamisa.p4t0”).
Por favor, no repitas contraseñas, ya que cuando ocurre una filtración de datos, estas quedan expuestas y algún atacante podría acceder a otra cuenta donde utilices el mismo nombre de usuario y clave. Tampoco recurras a variaciones ligeras de una contraseña; mejor prueba con un gestor de contraseñas.
3) Activa la autenticación multifactorial
Muchas apps y servicios permiten establecer un método adicional de autenticación. Este principio se basa en que, para acceder a tu cuenta, necesitas algo que sabes (una contraseña) y algo que tienes (un token). De este modo, si alguien roba tu contraseña, no podrá ingresar a tus servicios si no cuenta con el otro mecanismo de autenticación.
Existen tres formas de autenticación multifactorial: recibir un mensaje de texto (SMS) con un código de acceso; utilizar una aplicación que genera estos códigos (como Google Authenticator); o emplear una llave física que se conecta al dispositivo. De estas tres, la aplicación es la más práctica de utilizar, así que anímate a activar la verificación en todos tus servicios.
4) Respalda información sensible
Para evitar la pérdida de información en caso de daño a un dispositivo o robo, te recomendamos hacer un respaldo de forma periódica en un servicio de almacenamiento en línea o, preferentemente, de forma física en un disco duro externo que guardes en un lugar seguro. Lo mejor es calendarizar esta práctica, así tu información no estará desactualizada.
Otra forma de proteger tu información es con el uso de carpetas cifradas. Existen varios programas como Truecrypt, Sophos Free Encryption o Axcrypt que te permiten añadir una contraseña a archivos y carpetas en tu computadora, de modo que solamente las personas con la clave puede descifrarlos.
5) Navega más seguro
Al utilizar una red abierta en algún café, aeropuerto o plaza pública, te expones a robos de información o vigilancia y monitoreo, debido a que normalmente no cuentan con seguridad suficiente. Por esta razón, es recomendable que cuentes con una Red Virtual Privada (VPN) si tienes que navegar en una red que no conoces y de acceso público. Existen opciones gratuitas con un uso limitado o de paga, muy accesibles.
Aunque no navegues en redes públicas, también es importante fijarse que los sitios que visitas cuenten con protocolo de cifrado HTTPS. Para hacer más sencilla la tarea de identificar sitios que cuentan con esta protección, también te recomendamos utilizar navegadores como Chrome, Firefox o el buscador DuckDuckGo.
6) Mantén actualizado tu software
Actualizar tus dispositivos es básico para tu seguridad digital, ya que las compañías desarrolladoras constantemente descubren vulnerabilidades en sus programas, así como nuevas amenazas de seguridad, como virus o troyanos. Muchas personas aprovechan estos fallos para realizar ataques informáticos.
En respuesta, los desarrolladores lanzan actualizaciones y parches para remediar las vulnerabilidades, por lo que es necesario que mantengas al día tu sistema operativo y los softwares que utilizas. Aunque no representan una garantía infalible, las actualizaciones sí reducen considerablemente el riesgo de ser víctima de un ataque.
Con estos tips mejorarás tu seguridad online.
Fuente: R3D | Ene 7, 2020 | Modificado por Digilópolis, Ene 13
Consejos
Aunque la principal ventaja de YouTube es que permite difundir tus vídeos a un gran público, si sólo quieres almacenamiento gratuito puedes hacerlos privados.
Aunque YouTube en una excelente herramienta para promoción uy difusión, también nos permite gestionar nuestros videos a manera de una videoteca, un lugar virtual donde guardar vídeos sin costos adicionales, ya que la cuenta gratuita permite subir gran cantidad de vídeos. Además, podemos decidir si los vídeos serán visibles por todos, a un grupo de usuarios o simplemente los dejaremos ahí visibles solamente por nosotros.
Veamos cómo configurar la privacidad de tus vídeos de YouTube cuando vas a subirlos y una vez subidos desde tu perfil de usuario.
Público, oculto o privado
YouTube tiene tres modos de privacidad para los vídeos que subimos. El modo Público es el que usamos por defecto, y consiste en que será visible por cualquiera, desde tu canal o simplemente buscando en YouTube. Incluso es posible que alguien lo encuentre desde un buscador, ya que se indexará.
Pero tal vez quieras emplear el modo Oculto. A diferencia del modo Público, los vídeos ocultos no se muestran en los resultados de búsqueda, en vídeos relacionados ni en recomendaciones. Tampoco se verá en tu canal ni en los feeds de los suscriptores.
El vídeo oculto sí se puede compartir mediante su enlace, de manera que podemos emplearlo para compartir vídeos con un grupo selecto de usuarios en vez de con cualquier usuario de YouTube.
Finalmente, el modo Privado hace que el vídeo esté en YouTube almacenado pero no es posible acceder a él salvo que lo hayas subido tú.
Privacidad al subir el vídeo
Cuando subes un vídeo desde tu equipo o desde Android, iPhone o iPad, además de seleccionar el archivo te encontrarás con un desplegable que indica Público, Oculto, Privado o Programado. Los tres primeros los hemos mencionado antes. El último se refiere simplemente a subir el vídeo y programar su publicación.
Por lo demás, el proceso es tan simple como abrir la página oficial o la aplicación móvil, pulsar el icono en forma de cámara y elegir un vídeo de la galería o de nuestro equipo. Además, deberemos indicar título, descripción, los ajustes de privacidad que hemos mencionado antes, etc.
Cambiar la privacidad una vez subidos
Con el paso del tiempo es normal que quieras ocultar vídeos que en su día eran públicos o viceversa. Por ello, YouTube facilita esta tarea en cualquier momento.
Desde tu PC o Mac, puedes acceder a tus vídeos desde el navegador haciendo clic en tu icono de usuario de YouTube y seleccionando YouTube Studio. Una vez ahí, en la columna de la izquierda hacemos clic en Vídeos.
En la lista de vídeos, veremos la opción Privacidad, sólo tenemos que hacer clic en el desplegable para cambiar la opción entre las que hemos visto antes. Además de cambiar la opción, deberemos validarla pulsando en Guardar.
Desde Android, abrimos la app de YouTube y vamos a Biblioteca > Mis vídeos. Al lado de cada vídeo, hay un menú Más con la opción Editar y un desplegable Privacidad. Ahí podemos elegir una de las tres opciones disponibles y luego validarla pulsando en el icono de Enviar.
De una manera muy sencilla podrás añadir o modificar más privacidad a tus vídeos.
Fuente: Blogthinkbig | Autor: José M. López | 21 oct, 2019 | Editado por Digilópolis | 25 oct, 2019
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